viernes, 6 de abril de 2012

Dusk and Dawn

La euforia y el Vértigo que se siente al bailar así :)
Apareció el chico de los atardeceres. Él, ocaso constante, ahora está con Alba. Es la paradoja perfecta. El amanecer tiene otra luz, aunque es luz al fin y al cabo. Luz naciente y luz terminante. Dos luces, dos soles. Alba también es luz. Necesitaré más tiempo para saber cosas que todavía no sé, cosas que me interesan (¡es tan interesante!), cosas que poco a poco me van convenciendo de que somos distintas pero muy similares.

Es difícil explicar la felicidad que siento con palabras, ésa es la razón de este torpe texto, de esta coincidencia que me cuesta describir sobre el nombre de ella y el alma de él. Él tiene alma de atardecer, tiene los ojos del color de la miel de las flores y un silencio de paz que da gusto, de un amigo que escucha y entiende, que sosiega como un pozo en el desierto. Tiene agua fresca que reaviva y calma, y esa luz de atardecer que cae tras la mirada tibia. Ella es dulce e inquieta, inesperada como el sol cuando emerge tras un lugar insospechado. Es una sorpresa aguardada con paciencia tras la larga noche, un saludo cariñoso al despertar, un beso de buenos días, una bienvenida con luz nueva, llena de maravillosas sorpresas.

Por ahora no puedo decir más, es sólo lo que siento, la felicidad por un ser querido, por su felicidad, la mía por tener el privilegio de poder ver un nuevo amanecer. Gracias Alba, y gracias Jose, por concedérnoslo. Os merecéis la mayor felicidad. Contad siempre con la amistad de una que escribe estas líneas. Un abrazo enorme.

                                                   Marina

1 comentario:

  1. Muchísimas gracias por escribir una cosa tan bonita, eres increible! me alegro tantísimo de haberte conocido :*

    ResponderEliminar